Al corriente: septiembre 18, 2018
En muchas partes del área cercana a Kibwezi, Kenia, veo maíz que se ha secado. Al conducir en esta zona, es difícil encontrar maíz que la gente pueda cosechar durante esta temporada.
En febrero de 2018 uno de los socios del CCM, la organización de desarrollo Utooni (UDO por su sigla en inglés), en la cual soy voluntaria, empezó un proyecto de apoyo alimentario en una de las zonas afectadas por la sequía en la parte oriental de Kenia, cerca de la ciudad de Kibwezi. La distribución se realiza en dos pueblos, Kathyaka y Ngulu, con financiamiento a través de la cuenta en el Canadian Foodgrains Bank (Banco Canadiense de Alimentos de Grano) perteneciente al CCM.
Participé en la distribución de alimentos como fotógrafa, lo cual me hizo pensar en lo fácil que es acceder al agua potable en mi país de origen, Corea del Sur, donde hay un sistema de suministro de agua confiable.
Sin embargo, tener fácil acceso al agua no es común en la zona rural de Kenia. En el pueblo en donde vivo con mi familia anfitriona, la gente la necesita para cosechar y no es fácil encontrar fuentes limpias. En Kibwezi la gente cultiva, no obstante, el clima seco significa que la tierra es improductiva. Trabajan duro para tener una vida mejor, y aunque no es su culpa están sufriendo.
UDO ha hecho distribución de alimentos en tres ocasiones en estos pueblos debido a que la sequía ha persistido. Aquí la gente usa las técnicas de agricultura de conservación impartidas por UDO, pero la sequía ha impedido poder cosechar este año.
UDO también trabaja para mejorar la seguridad alimentaria y mejorar las oportunidades en cuanto a medios de vida sostenibles, con enfoque en los pequeños agricultores de las poblaciones de Machakos, Mukueni y Kajiado a través de la agricultura de conservación.
Cuando llegamos a los lugares de distribución, muchas personas ya estaban reunidas esperándonos. Después de una breve presentación, comenzamos a distribuir la asistencia alimentaria.
Cada grupo tenía un supervisor designado entre las personas del pueblo, asimismo, otra persona les ayudaba a confirmar que todos tenían suficiente y podían llevarlo a casa. Como el sol estaba muy fuerte, las personas trabajaron lentamente para ayudarse de manera colectiva en la distribución de alimentos. Cada beneficiario recibió treinta kilogramos de maíz, cuatro kilogramos de frijoles y un litro y medio de aceite. La gente del pueblo se ayudaba mutuamente a llevar sus raciones a casa.
La mayoría de las personas se veían felices de recibir la comida y muchas nos agradecieron por la ayuda. Cuando regrese a Corea del Sur, quiero hablar con mis amigos sobre la pobreza que vi en Kenia y sobre lo que debemos hacer al respecto.
—Minyoung “Blee” Jung es participante de la Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (YAMEN) de Corea del Sur sirviendo en Kenia. Está trabajando como coordinadora de relaciones públicas para el socio de CCM llamado Organización de Desarrollo Utooni (UDO) durante el periodo 2017 – 2018. YAMEN es un programa conjunto entre el Comité Central Menonita (CCM) y el Congreso Mundial Menonita (CMM). Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita.
—Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita.
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