Al corriente: abril 27, 2016
Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.
Hay un término sudafricano que ha sido decisivo en la difícil trayectoria de su pueblo en la búsqueda de la reconciliación -ubuntu. Los idiomas occidentales no tienen un equivalente a ubuntu, una palabra que expresa la esencia de la humanidad y su interconexión. En algunas formas se ha convertido en una abreviación del proverbio Zulu umuntu ngumuntu ngabantu , que más o menos puede traducirse como “una persona es una persona debido a las otras personas.” Lo que le afecta a uno le afecta a otros, y esto importa porque nuestra humanidad – nuestro ser – depende de otros.
Estas nociones van en contra del individualismo occidental. También proporciona una perspectiva diferente de cómo vivir y cómo nos relacionamos con los demás. Si vemos a otros más allá de nosotros mismos, eso nos permite explorar formas en las que podemos caminar unos con otros en nuestra búsqueda común de la humanidad y de la dignidad.
Como nos recuerdan nuestros hermanos y hermanas aborígenes australianos: “Si ha venido a ayudarme, está perdiendo el tiempo. Si ha venido porque su liberación está ligada a la mía, entonces trabajemos juntos.”
Como anabautistas, tenemos una continua inquietud histórica por la paz (shalom), la cual está íntimamente conectada a temas de justicia. Como discípulos de Cristo que vemos la paz como evangelio, tenemos una carga pesada necesaria: debemos caminar unos con otros a medida que juntos atestiguamos y participamos en el Reino de paz de Dios en la tierra. Ciertamente, como lo resalta la cita anterior, nuestra búsqueda hacia la paz y la justicia en nuestro mundo descansa en el caminar unos con otros, desde la acera de enfrente a todo el mundo. Amar al prójimo como a nosotros mismos como lo enseñó Jesús es el fundamento para construir una perspectiva ubuntu.
Desafortunadamente, las realidades sudafricanas actuales también nos enseñan lo que sucede cuando fallamos en reconocer nuestra humanidad común e interconectada. La codicia, el mal uso del poder, el racismo y el egoísmo comienzan a plagar y a disolver la comunidad. Aquellos privilegiados y cómodos tienden a olvidar a los que sufren. Y pronto, nosotros, como Caín, ¡también olvidamos ser guardas de nuestros hermanos (y hermanas!) (Génesis 4:9).
Si realmente estamos interesados en la búsqueda de la justicia y en encarnar la paz en nuestro mundo, entonces se nos encarga como iglesia – un pueblo “llamado” a buscar el Reino apacible de Dios – a caminar con otros en esta búsqueda. Como nos recuerdan nuestros hermanos y hermanas sudafricanos, esta es la manera en la que llegamos a entender mejor nuestra identidad y nuestra propia existencia.
Que podamos recordar esto al caminar con Dios y con los demás,
-Andrew Suderman, Secretario de la Comisión de Paz del Congreso Mundial Menonita
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