Al corriente: agosto 13, 2019
“La iglesia mundial trabaja mejor cuando todas sus partes están comprometidas compartir sus historias”, afirmó Patrick Obonde, director de misiones en el Centro de Educación y Liderazgo Anabautista de Kenia.
Del 17 al 19 de junio de 2019, historiadores, pastores y archivistas hicieron exactamente eso en “Poder y Conservación: Permitiendo el acceso a las fuentes detrás de nuestras historias”, en la universidad de Goshen, Indiana, EE.UU. Una iniciativa del Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial (ISGA por su sigla en inglés), la conferencia contó con 16 presentaciones del estado de las fuentes históricas y de la narración de historias en iglesias y organizaciones anabautistas africanas, asiáticas, norteamericanas y latinoamericanas.
Los presentadores abordaron los recursos, el acceso y el compromiso de preservar la historia en sus contextos.
Aunque cada uno planteó preocupaciones únicas, tmabién surgieron temas en común.
- La historia oral es una prioridad. La digitalización de fuentes tiene un gran potencial para la preservación y una mayor accesibilidad, pero también se requieren recursos financieros significativos.
- El amor al poder o el miedo a perderlo puede dificultar el acceso a los documentos históricos.
- Una tradición arraigada al localismo es una barrera para la preservación. “Todos se sienten cómodos con la manera en que son las cosas”, expresó Ursula Giesbrecht, archivista de la Colonia Menonita en Loma Plata, Paraguay. “Siempre es difícil alejarte de tus costumbres”.
Al final del simposio, el grupo redactó una declaración en la que se sintetizan los temas abordados en la reunión.
“Como seguidores de Jesucristo nuestra historia nos conecta, nos recuerda de la actividad del Espíritu entre nosotros, y nos llama hacía adelante, al futuro”, declara. “Los archivos juegan un rol crucial al ayudarnos a comprender la inseparabilidad de las historias de la iglesia y la misión”.
Esta declaración expone la importancia de la identidad histórica, la urgencia de registrar las historias y la necesidad del acceso a las fuentes en una comunidad eclesial saludable. La declaración también reconoce las barreras que enfrentan las iglesias para preservar y proporcionar acceso a fuentes históricas. La declaración concluye con una lista de compromisos firmados por 29 participantes de 12 países.
Según Roth, la idea del simposio nació en conversaciones con Anicka Fast, una estudiante de doctorado, cuya investigación sobre la misión Menonita en la República Democrática del Congo fue obstruída por el acceso limitado o restringido a los archivos, y por la condición precaria de los documentos. Los organizadores buscaron ampliar la discusión sobre la preservación y el acceso, y abordar cómo las narrativas históricas moldean la identidad de la iglesia mundial.
Pamela Sari, cuya investigación doctoral examinó a Jemaat Kristen Indonesia (Iglesia miembro del CMM en Indonesia), se siente esperanzada con respecto a los futuros archivos Menonitas. “La iglesia está verdaderamente dotada de líderes, misioneros, miembros, académicos y archivistas que se preocupan profundamente por su historia. Oro para que Dios continúe aumentando nuestra capacidad de permanecer plantados en el amor y la verdad de Cristo y su Palabra”.
—Un comunicado de prensa del CMM escrito por Laura Miller / Goshen College
Haga clic aquí para leer la declaración.
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